Mima a tu frigorífico y alárgale la vida -
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Mima a tu frigorífico y alárgale la vida

En nuestro día a día, no solemos echar cuentas del estado de nuestros electrodomésticos. Sabemos que funcionan y esto es más que suficiente. Sin embargo, en el momento en el que alguno de ellos falla; nuestra vida puede llegar a convertirse en un caos, en función del aparato que sea. Dentro de los que más alteraciones nos pueden generar se encuentra, sin lugar a dudas, el frigorífico. Al ser conscientes de los problemas que una avería te puede provocar, desde Fincas Padua, queremos comentarte cómo puedes consérvalo en óptimas condiciones el mayor tiempo posible.

La mejor forma de alargarle la vida útil a este electrodoméstico es aportándole los cuidados que necesita. Con ello nos referimos a la tediosa tarea de limpiarlos y quitarles la escarcha que pueda ir acumulando. Antes de afrontar esta actividad, te aconsejamos que el contenido del frigorífico y del congelador sea el mínimo posible. Ten en cuenta que debes desenchufarlo para poder sanearlo. Por lo que debes evitar que la cadena de frio se rompa y los alimentos se descompongan.

Una vez que lo hayas vaciado completamente, quita el enchufe. Este pequeño gesto permite que la escarcha que pueda haber en las paredes interiores, se derrita. Lo que te facilitará la limpieza de las paredes. En el caso de que hayas acumulado una gran cantidad de hielo en el interior, cuidado. Ni se te ocurra utilizar elementos punzantes para aligerar este proceso. Si tratas de quitar las capas de hielo con cuchillos, destornilladores u objetos similares, puedes llegar a dañar alguna parte de la estructura o de los conductos y provocar una avería.

En el momento en el que hayas eliminado todo el hielo, puedes proceder a la limpieza. Debes quitar los elementos que sean movibles y limpiarlos en el fregadero. Para los estáticos, utiliza una bayeta empapada en un producto específico y repásalo con otra bayeta empapada en agua. Cuando todo esté perfectamente seco, vuelve a poner el aparato en funcionamiento. Déjalo cerrado al menos media hora antes de volver a introducir los alimentos en su interior.

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